El otro día tuve un percance, se me quedó en casa la capucha
de la mochila. Así que cuando iba a salir de la tienda con Hugo a la espalda se
me quedó dormido. Horror!!! Y ahora como le sujeto la cabeza!
Miro a mi alrededor, miro dentro del bolso, miro en el
mostrador... nada. Se me ha quedado en casa.
En mi desesperación porque no se despertara y porque tampoco
estuviera con la cabeza dando botes se me ocurrió usar la bandolera a modo de
capucha.
Me la encajé como si lo llevara a la espalda en la propia bandolera pero por fuera de la mochila. Tensé bien la costura que le da soporte a la cabeza y Voilá! una capucha improvisada :)
Os aseguro que no se le movió la cabeza hasta que se despertó y no tenía marcas ni nada.
Después le puse los calcetines porque hacía un poco de fresco, y además, como iba en manga corta también fue un cobertor de emergencia.
Y así tan contentos nos fuimos a llevar al perro a dar un paseo.
Gracias por leerme y hasta pronto.